Dejar ir la aceptación

Como adolescente, fui a menudo con gente que tenía empleos de verano o de media jornada. Los envidiaba, porque pensé que podían salvar dinero por sus futuros como un niño joven y conseguir cualquier cosa sin el permiso de los padres.  No fui capaz de tener cualquier empleo a pesar de solicitar trabajo demasiados, escribe lo que parece exagerar algunas cosas y presentarse a entrevistas. Mi familia lo revisó y lo crítiqué y practiqué con ellos para maximizar mis posibilidades.  Finalmente, enviaba my CV y mi carta de presentación en una fábrica y ellos me aceptaron cuando tenía diecisiete años.  En este empleo,  limpiaba pisos, empaquetaba legumbres y manejaba máquinas de la fábrica.  Me recuerdo ser muy feliz porque finalmente hay un empleo después de muchos años de trabajo muy duro.  Sin embargo, estaba sorprendo descubrir que los otros trabajadores muchos jóvenes de mi ni siquiera tomaron el postulación en serio. Eso es cuando realizo que el empleador simplemente necesitaba gente para hacer el trabajo. Ellos no se preocupaban de mis cosas personales o de mi personaje. Mientras estuviera sano, capaz de obedecer órdenes y disponible para trabajar frecuentemente, iba a ser aceptado. Qué interesante, esta suposición fue verdad porque cuando salía, me dijeron que siempre puede regresar con solo aparecer en la puerta principal. Salía después de seis meses, porque quería mucho enfocarme en mis estudios y luché por manejar mi tiempo. Después de dos años de estudios preuniversitarios, sin un empleo, me postulé a las cuatro más prestigiosas universidades en Canadá en 2017. En aquel momento, quería mucho ser aceptado en las mejores universidades y las opciones en Canadá eran más a buen precio que en los Estados Unidos o en otro lugar. Intenté muy duro durante mis estudios preuniversitarios para sacar buenas notas, porque los requisitos de entrada eran muy altos en los diplomados que quería entrar.  Manejaba ser aceptado en mi primera elección en solo uno de ellos mientras que los otros tres eran rechazados.  Mi segundo y tercero opciones que escribía en mis formularios de solicitud no eran opciones que quería perseguir , pero solo ahí porque fue obligatorio para los incluir.   Todavía estaba contento de haber entrado y después iba a la universidad desesperadamente a querer estudiar o trabajar internacionalmente cuanto más se pueda. Todos los semestres, postulaba en todos los internados internacionales y becas encontrado por mi asesor de carrera. Intenté conseguirlos incluso si tenía ahorros limitados de mi primer trabajo. Me postulaba a por lo menos tres empleos locales e internacionales diariamente y becas diferentes para estudiar o trabajar internacionalmente.  Continuamente intentaba equilibrar mis estudios con algo al azar extracurricular cosas para incluir en mi CV, porque mi única experiencia de trabajar fue los seis meses pasé en la fábrica, alguna al azar un dia eventos de voluntariado y algunos proyectos de mi escuela. Mi CV estaba lejos de impresionante, pero intentaba moldearme con lo que me decía mi asesor de carrera e incorporaba sus propinas.   Intentaba críticas de CV-carta de presentación, simulaciones de entrevistas y referidos, pero sin éxito.  Seguí el consejo de mi asesor de carrera en solo postularse incluso si no encontraba los requisitos perfectamente.  Tenía entrevistas, pero nunca realmente venía de esas. En mi programa educativo, completando tres internados fue obligatorio entonces literalmente necesitaba empleos para graduarme de mi programa educativo. Después de innumerables solicitudes y más rechazos que me recuerdo, sentimientos negativos empezaban a llegar conmigo. Fue cansado de los empresas nunca respondiendo despues de poner mucho tiempo y esfuerzo a aprender con ellos, cansado de hacer cosas extracurriculares para gustar a ellos, cansado de los entrevistadores que me mienten para que me respondan rápidamente, cansado de estresar cómo conseguir una respuesta, etcétera.   Me recuerdo, quedarse extra horas después de dormir porque estaba muy asustado de fallar oportunidades de estudiar o viajar internacionalmente. Me suscribí para obtener notificaciones de empleos o de becas en muchas plataformas para automatizar cosas y dejó saber a algunas personas  que estaba buscando algo. En mi segundo año, estaba desesperado para mudarme y quedarme más cerca de mi escuela entonces por suerte cerró un empleo de media jornada como asistente de oficina y alquilaba un sitio pequeño en el sótano de una persona.   Solo podían rentar ese espacio porque veían que estaba desesperado. Conseguí el empleo después de postular en el sitio de carrera de mi escuela una semana más tarde. Hasta el día de hoy, sigo sin saberlo porque me escogen, a diferencia de mi primer empleo y a pesar de tener cientos candidatos entonces estoy agradecido de este.  Me quedé en este durante un año y medio estudiando y trabajando a media jornada mientras que postulaba a internados y becas.  También, me pidieron ordenar solicitudes de empleo estaban buscando para llenar. Busqué en ese momento (después de contar) que cientos personas intentaban muy duro para conseguir esas posiciones. Fueron tan lejos como apareciendo en persona, llamadas en frío, enviando imágenes de logros, portafolios de proyectos con correo electrónico, letras de referencias o experiencias internacionales, etc. Me dio un vistazo inicial de lo duro que las personas estaban tratando para hacer CUALQUIER cosa. Mi universidad también tenía una reputación prestigiosa entonces las personas quieren este sello en sus perfiles.  Por otro lado, todavía no pude conseguir un internado para mi diploma después de otro año. Cuando escuché que iba a ser despedido de mi empleo como asistente de oficina, tenía dos semanas para buscar otro empleo porque estaba en un espacio pequeño. Manejaba buscar un otro empleo de tres meses y un hora por mes. Casualmente, la pandemia ha ocurrido  después de esos tres meses a medio camino de mi tercer año tercero de universidad. Durante la pandemia, regresaba con mis padres y fui jodido por un profesor quién me dio un empleo falso. Me sentía muy desanimado después despilfarrar todo mi corazón y  mi alma por tres años y francamente, perdí la esperanza en el intento. Por completo detenerse a postular y desidia practicar introspección en mi vida. Solo postuló en un empleo de media jornada que sabé fue sobrecualificado solo para salvar dinero y después lo tengo. Estaba dando clases particulares en ninos de media jornada y descubrí un pasión con el. Entonces me di cuenta que puede ser mi red de seguridad si no tengo más opciones un dia. Tuve que dejarlo después de un año y medio, porque encontré aleatoriamente una pasantía de tiempo completo como técnico de laboratorio en una fábrica que fabrica sujetadores que podía contar como créditos para mi título. Aunque dejé de aplicar a cualquier cosa mientras estudiaba, de nuevo solo entré de forma extremadamente afortunada, porque estaban buscando a alguien literalmente el mismo día en que enviaron la oferta de trabajo antes de las 5 PM y fui el único que vio y respondió a ese correo electrónico alrededor del mediodía. Ni siquiera tenía las calificaciones ni las experiencias relevantes. Simplemente estaba reemplazando a alguien que se iba a mitad del semestre y mi trabajo era completar su trabajo durante la otra mitad. La pasé horrible allí, porque mi supervisora me insultó mucho personalmente y me trató como a un esclavo en general. Tuve que soportarlo lo mejor que pude, porque necesitaba el dinero y los créditos del curso. Así que solo duró dos meses, porque el director del departamento me despidió y tuve que regresar a la escuela durante un semestre. Esa experiencia reafirmó mi intención de la infancia de querer ser libre de un jefe algún día y nunca tener que preocuparme por estar a merced de nadie. Sentí como si realmente hubiera tocado fondo en esa etapa y realmente me abrió los ojos sobre la alegría que sería ser libre en la vida, casi como cuando estaba dando clases particulares. En ese momento, estaba a punto de renunciar a toda la opción de pasantía de mi título y graduarme, porque gané créditos adicionales con cursos adicionales durante ese semestre. Sin embargo, reuní suficiente motivación y solo solicité pasantías con la esperanza de asegurar una antes de abril de ese año, que era el plazo para solicitar la graduación. Mi plan en ese momento era si no podía conseguir una pasantía de tiempo completo, entonces simplemente me graduaría, volvería a dar clases particulares y al menos tendría un título universitario. Decidí llamar a cada empleador local para rogarles indirectamente que me dieran una. Me presenté a una entrevista para otro trabajo de laboratorio al que había solicitado, pero me rechazaron para ese trabajo y en cambio me asignaron otro trabajo como técnico de campo. Me di cuenta mientras hacía el trabajo por qué me lo dieron. Otros trabajadores que hacían lo mismo me dijeron que durante años habían luchado por encontrar suficientes personas para desempeñar este papel y me lo presentaron como una pasantía. También me di cuenta de que, porque claramente no estaba destinado a ello en mi primer día. Por ejemplo, todos los trabajadores allí me dijeron que necesitaba calificaciones de una escuela de oficios en un campo completamente diferente al mío. Por lo tanto, tuve que aprender todo en el trabajo y tuve que pretender que sabía las cosas incluso cuando los trabajadores me hacían preguntas muy específicas. Tuve que trabajar increíblemente duro a diario para compensar mi falta de conocimiento y llegué a entender por qué nadie quería hacer esto. Tuve que despertarme todos los días a las 5 de la mañana para llegar apenas a un lugar asignado a las 7 de la mañana y luego regresar a casa a las 8 de la noche y trabajar los fines de semana. Ese era el horario diario e incluso me pidieron que trabajara turnos nocturnos de 7 de la tarde a 5 de la mañana. Tuve que alternar abruptamente entre esos dos horarios y tuve que lidiar con personas muy irritadas a diario. Volví a bajar la cabeza, porque necesitaba el dinero y los créditos del curso de ello. Además, como sabía que no iba a quedarme mucho tiempo, traté de trabajar tanto como fuera posible para obtener la mayor cantidad posible. No creo que pudiera haber mantenido ese ritmo por más de cuatro meses. Durante ese período, seguí aplicando de manera informal para mi pasantía final solo dos veces por semana, porque pensé en renunciar una vez más. La misma situación ocurrió cuando un empleador envió una publicación de trabajo con una fecha límite de solicitud antes de las 5 de la tarde del mismo día. Inicialmente fui rechazado, pero me llamaron dos días después, porque el candidato inicial rechazó su oferta y me llamaron porque mencioné que era el único disponible para trabajar literalmente el día en que terminarán de completar mi papeleo. Puede asegurar ese trabajo una semana antes del final del semestre. Si no lo hubiera conseguido, habría renunciado al programa de pasantías y simplemente habría vuelto a dar tutorías. Sin embargo, terminé gustando mucho de ello porque aprendí mucho de mi supervisor y de mis colegas de trabajo. Incluso me ofrecieron una posición lucrativa a tiempo completo que rechacé, porque en el fondo sabía que tenía sueños insatisfechos de tener algo propio, viajar y ser libre. Anhelaba especialmente experiencias de viaje que no podía obtener de becas o pasantías en el extranjero durante mis estudios. Solo quería tener más experiencias de vida sin preocuparme por mis objetivos financieros. Al final de mis estudios universitarios, aprendí una lección muy importante. Todo este tiempo, siempre traté tan duro de ser aceptado por los demás y literalmente di mi vida por ello, como conseguir un primer trabajo, buenas calificaciones, una buena escuela, oportunidades internacionales y becas, pero sin éxito. Ahora creo fundamentalmente que mi vida ya no será sobre buscar aceptación de nadie ni de nada. Nunca dependeré ni esperaré después de los demás para obtener oportunidades o avanzar. En cambio, debería estar ocupado mejorando mi vida y mis finanzas y no esperar meses para conseguir algo que creo que quiero. Trabajaré y me mantendré activo en mis proyectos y avanzar financieramente en mis propios términos. El dolor del maltrato laboral también me ha llevado a darme cuenta de que incluso ganar aceptación no vale la pena, porque siempre estuve a merced de quien me aceptó. Siempre podrían inculcarme el miedo a ser despedido, a que los empleados anteriores fueran mejores, que no importaba o que todos los problemas eran mi culpa. Decidí utilizar toda esa energía y mis recursos disponibles para crear algo para mí que realmente disfrutara. Me di cuenta de que si tenía tanta motivación y dedicación a lo largo de los años, ¿por qué no aplicarla en proyectos creativos que pudieran respaldar mis metas financieras y de los cuales pudiera obtener una satisfacción genuina sin la aprobación o el permiso de nadie? También aprendí que en cualquier proceso de selección de candidatos, siempre habrá anomalías ideales o malas. En todos mis casos excepto uno, conseguí trabajos simplemente porque nadie más se postuló, los empleadores necesitaban gente rápidamente o porque el candidato inicial lo rechazó. En esos casos, se vieron obligados a dármelo porque realmente no tenían otras opciones. Aunque eso podría significar que solicitar cualquier cosa en cualquier lugar siempre vale la pena, nunca lo haré al extremo como solía hacerlo. Todavía me postularé y estaré al tanto de las oportunidades, pero nunca a expensas de mi autoestima o felicidad. Debería poder alejarme igualmente satisfecho incluso si no las obtengo. Aprendí que siempre habrá personas menos calificadas, menos motivadas, menos trabajadoras, menos experimentadas o simplemente menos relevantes que obtendrán estas oportunidades. Esto no es para quitarles nada, porque ciertamente también pasaron por dificultades, pero me hizo entender que mi trabajo duro debía dirigirse hacia mi propia vida y proyectos y estar contento de que estoy progresando diariamente en lugar de sentirme estancado por no haber obtenido lo que solicité.